miércoles, julio 09, 2008

El calor también afecta a tu ordenador.

Los ordenadores sufren con altas temperaturas. Los circuitos integrados de nuestros ordenadores pueden alcanzar fácilmente temperaturas entre 60º C y 90º C. Pero al superar su temperatura máxima, el PC puede dejar de funcionar, o incluso sufrir daños permanentes.

Si ha observado que su ordenador no funciona adecuadamente, se cuelga, hace excesivo ruido, o trabaja mucho más lento de lo normal, puede tratarse de un problema de sobrecalentamiento.

Algunos síntomas de sobrecalentamiento
  • Exceso de ruido de ventiladores
  • Ordenador se apaga al poco tiempo de estar encendido y luego cuesta arrancarlo
  • Ordenador se cuelga de repente
  • Rendimiento reducido
  • Cuesta encender el ordenador después de estar encendido durante un rato
  • Caliente al tacto

Si nota alguno de estos síntomas en su equipo conviene apagar el equipo y buscar una solución. Aparte de la molestia de no poder trabajar en condiciones o de perder trabajo cuando se cuelga el ordenador, si la temperatura del microprocesador sube mucho puede sufrir daños irreparables.

Fluctuaciones de electricidad
Con el aumento del uso de los aparatos de aire acondicionado es habitual que en verano suframos más fluctuaciones de la electricidad y apagones.

Es evidente que el corte de suministro electrcico o "apagón" nos va a detener el ordenador de forma súbita. En estos casos perdemos toda la información con la que estamos trabajando y que no esté salvada en el disco duro. En casos extremos, si se corta la luz en el mismo momento que se está escribiendo información en el disco duro, se puede corromper la estructura de datos del disco provocando una pérdida de parte o todos los datos del disco.

Los "apagones" son drásiticos pero las bajadas momentáneas de tensión son igual de dañinas.

Es habitual detectar una pequeña bajada de tensión cuando arrancan los equipos de aire acondicionado. Normalmente lo notamos como una pequeña fluctuación momentanea en la intensidad de la luz (quizás no se note tanto en oficinas u otros lugares dóne hay luces fluorescentes). Aunque no se llegue a cortar del todo la corriente, la bajada momentánea puede dejar el ordenador colgado y provocar pérdida de datos.

Por último, están los temidos "picos" de tensión. Estos puedes suceder cuando vuelve la corriente tras un apagón o averías en la red eléctrica que provocan un exceso de voltaje que en muchos casos daña la fuente de alimentación o el ordenador completo.

Para evitar este tipo de fallos solo hay que colocar una regleta protectora o mejor un SAI (sistema de alimentación ininterrumpida). Estos dispositivos evitarán las fluctuaciones de voltaje. En el caso del SAI, nos sigue suministrato energía cuando se produce un corte de corriente. Dará el tiempo suficiente para guardar la información y apagar el ordenador correctamente. Algunos equipos incluso tienen autonomía suficiente para seguir trabajando durante 10 o 15 minutos o más.